Todas sabemos que cuando compramos una joya se convierte en nuestro basic y nos acompaña a diario. Pero claro, esto hace que pueda perder su magia...
A continuación te damos una serie de trucos y consejos para cuidar de tu joyero, ¡así siempre lucirán como nuevas!.
Consejos para limpiar tus Joyas
En primer lugar, cuando lleves las joyas es importante no echar perfume, alcohol o derivados de éstos directamente sobre ellas.
Sobre todo antes de empezar hay que asegurarse que las gemas u otros metales que puedan llevar no se vayan a dañar al hacerlo.
En el caso de las joyas bañadas en oro, se recomienda no mojarlas para que no se desvanezca el color del oro.
Es aconsejable guardar las joyas en una bolsita de tela o en un joyero.
Limpiarlas es sencillo, con un poco de jabón y agua tibia, frotando sobre ellas con algún cepillo pequeño, conseguirás que vuelvan a brillar.
Otro método, pero éste sólo en caso de las joyas de Plata, es coger un paño húmedo, echar sobre él bicarbonato en polvo, y dejar reposar las joyas durante un rato, luego aclararlas con agua.
Una vez limpias, pasa un trapo suave y frota tratando de abrillantarlas, de esta forma evitarás que queden residuos o marcas y sobre todo conseguirás que brillen aún más.
* No se garantiza que el baño de oro dure para siempre. La rapidez con la que el baño de oro se va depende de muchos factores como por ejemplo el uso de productos químicos en la piel, el nivel de sudoración corporal o incluso el mismo nivel de PH de la piel de cada persona. Por estos motivos es recomendable saber que las joyas bañadas en oro requieren más cuidado o bien, si tu experiencia te dice que no te dura, escojas joyas de Plata.
Consejos para guardar tus joyas:
Una vez que hemos tenemos relucientes nuestras joyas, uno de nuestros temores es que se oscurezcan al guardarlas, algo que puede ocurrir si están almacenadas mucho tiempo.
Guarda tus joyas en un lugar fresco y seco. Si además es hermético, evitarás la oxidación por el contacto con oxígeno.
Evita el contacto de tus joyas con cloro, sudor, perfume o sal del mar.
No dejes tus joyas apiladas ya que se pueden rayar unas con otras. Además, cuida dónde las guardas, ya que la madera contiene ácidos.
Además, es aconsejable que guardes las cadenas cerradas, tanto de collares como pulseras evitará que se formen nudos o se enreden con otras joyas.
Los anillos con piedras o figuras tienden a estropearse cuando se juntan con otros anillos. Lo mejor para que estén perfectos es que los dispongas en un joyero especial para anillos, o como ya hemos comentado, en su caja original.
Las roscas de los pendientes son como las llaves, ¡nunca están donde las habías dejado! Para evitarlo, nunca dejes los pendientes sueltos. Además, una rosca que no toca puede ocasionar la pérdida de tu pendiente.
La mejor opción es guardarlas individualmente en sus cajitas.
Sobre todo limpia tus joyas de plata una vez cada dos o tres meses para que mantengan su brillo. ¡Así siempre tendrás tu joyero listo para brillar!